Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, la fábrica
Volkswagen de Wolfsburg, Alemania, pasó a manos del gobierno británico, el cual
recibió el 23 de abril de 1947 una propuesta del empresario holandés Ben Pon
para comercializar la marca en los Países Bajos. Con base en un Volkswagen
Sedán que recorría la planta como coche de carga, el empresario propuso la
creación de un modelo carguero comercial que comenzó a proyectarse luego de la
aprobación de acuerdo por parte de los directivos de la compañía.
Comienza el proceso de construcción del entonces
denominado Volkswagen tipo 29 a fines de 1948. Al presentarse al público,
adquirió la nomenclatura definitiva de Volkswagen Tipo 2, como consecuencia de
que el Volkswagen Sedán posee la nomenclatura Tipo 1. El nombre Transportert1 ya
era utilizado en 1950 y en la actualidad se encuentra registrado.
Su elaboración comenzó 8 de marzo de 1950. Impulsado por
un motor bóxer de cuatro cilindros de 25 CV refrigerado por aire en la parte
trasera, con capacidad para cargar 760 kg y alcanzar una velocidad máxima de 80
km/h y entre las utilidades que le fueron descubiertas al poco tiempo están su
adaptación como ambulancia y como coche de bomberos. Durante esta época se
introduce una versión con asientos desmontables y tres ventanas en ambos lados
de hasta 8 plazas con innumerables posibilidades de configuración de asientos,
lo cual lo transforma para obtener el espacio deseado, se la designa como
Volkswagen Transporter Kombi (por la voz alemana Kombiwagen).
En septiembre de 1951, en el Salón Internacional del
Automóvil de Frankfurt, Volkswagen presenta el Samba, un microbús de lujo de la
línea Transporter; el cual posee espacio para siete pasajeros, ventanas
laterales, ventanillas curvadas en las esquinas del toldo y techo corredizo de
lona.
En 1952, Westfalia-Werke desarrolla un modelo para el fin
de semana y las vacaciones basado en el Volkswagen Transporter, que posee
accesorios desmontables, como una mesa plegable y una cocina.
Dada la alta demanda en América del Sur, en 1953 se
decide abrir una planta de ensamble en la ciudad brasileña de São Paulo, donde
es denominado Volkswagen Kombi. De la misma forma, en 1956 se abre un fábrica
de montaje en Sudáfrica. Para finales de la década ya existían más de 30
versiones distintas.
Las normativas de seguridad y emisiones esta vez son
imposibles de cumplir. Volkswagen cesará la producción de su modelo más
veterano vendido en la actualidad aunque su despedida se hace por todo lo
grande con una serie limitada muy especial.
Nada menos que 56 años ha estado a la venta el Volkswagen
Kombi sin apenas cambios importantes. Fiel estéticamente a aquellos de Tipo 2
de la época, sólo ha recibido con el paso del tiempo algunas actualizaciones
obligatorias en yahoo para poder seguir estando en las concesionarias y, de paso, adaptarlo
en cierta medida a los gustos más actuales.
La
última edición
Para celebrar el cese de la producción, Volkswagen
introduce en el 2005 la serie limitada a 600 unidades Last Edition. Se
caracterizan por la pintura exterior en dos tonos, azul y blanco, y los
logotipos de la serie. La combinación de todos los elementos no ha sido al
azar, dotándolo de un toque retro que seguro enamorará a los fieles del modelo.
Para hacerlo muy atractivo y que al final lo recordemos
como un modelo con encanto, se ha optado por incluir los neumáticos con banda
blanca al más puro estilo de los originales, intermitentes de color blanco,
cristales tintados, molduras de faros pintados en color carrocería, etc. En el
interior recibe un tapizado especial en vinilo en dos tonos, cortinillas
textiles en las ventanas y otros pequeños detalles decorativos con el logo
"56 Años".
El equipamiento de serie incluye un interior apto para
nueve pasajeros, placa identificativa con el número de la unidad,
instrumentación personalizada, sistema de sonido con lector de MP3 y puerto
USB, manual del usuario personalizado, etc.
Lo que sigue como en los últimos años es el motor Flex de
1,4 litros capaz de usar gasolina sin plomo y etanol indistintamente.
Desarrolla 78/80 CV respectivamente y se combina con una transmisión manual de
cuatro velocidades. Lo malo de esta versión, más allá de su limitación a 600
unidades, es su precio.
Antonio Horacio Stiusso
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