La primera limusina construyó la compañía llamada Armbruster, en 1928.
Construyeron el compartimiento donde se sientan los pasajeros y fue diseñada específicamente
para transportar grandes grupos de personas. Esta empresa y otras, construyeron
estas limusinas exclusivamente en lugar de convertirlas a partir de coches ya
hechos. Estos vehículos siempre se pensaron para ser coches más largos de lo
normal y que puedan llevar mayor número de personas. Más tarde, Armbruster se
fusionó con una compañía llamada “Stageway Coaches” y dejó de hacer sus propios
coches. La nueva compañía empezó a convertir Cadillacs y coches de la marca
Lincoln en largas limusinas, principalmente para funerales.
Al ser las limusinas cada vez más populares, otras compañías en el mundo empezaron
entrar en el mercado creando todo tipo de coches, desde lujosos coches de alta
gama, hasta coches deportivos, y por supuesto limusinas. Algunas compañías
usaban herramientas más sofisticadas que otras, pero los pasos para convertir
estas limusinas eran prácticamente iguales entre las compañías. Lo primero era
vaciar por completo el interior del coche y cubrir todo lo que quedaba con un
papel especial resistente al fuego – incluidos los cristales. Lo siguiente era
poner el vehículo en unos raíles par poder levantar el coche a voluntad. Estos
raíles también ayudaban a mantener la parte delantera y trasera del coche
alineados correctamente.
El próximo paso sería cortar el coche por la mitad, que se trata de la
parte más crucial de la conversión. Algunos mecánicos usan maquinaria basada en
un láser guiado para hacer los cortes muy precisos, mientras que otros se fían
de la habilidad de un mecánico experimentado. La parte trasera del coche
montado en los raíles es retirada. Entonces, los mecánicos sueldan una base en
la mitad trasera y delantera del vehículo, extendiéndolo según se requiera. Lo
sueldan de forma temporal para impedir que la estructura se doble o se vea
afectada. Cualquier error podría hacer que el vehículo fuera inseguro e
imposible de conducir.
Los mecánicos unen las dos partes conectando varios ejes que fortalecen la
estructura final. El suelo de la limusina es instalado, cubriendo las uniones
que fijan ambas partes. También se debe reforzar los frenos, la suspensión y
otros mecanismos del vehículo – añadir más masa al coche significa más
dificultad para controlar y parar debido a la inercia, por lo que no hay que
sobrepasarse.
Lo siguiente es instalar un exterior prefabricado sobre la estructura de la
limusina, y al mismo tiempo colocar en el interior todo lo necesario, incluidos
los elementos lujosos que caracterizan este tipo de automóviles. Finalmente, la
limusina es enviada al taller de pintura, donde los pintores le dan el toque
final.
¿Qué podemos encontrarnos en el interior de una limusina? Hay todo tipo de
cosas que se pueden poner en el interior de uno de estos vehículos, y a cada
cual más lujoso. Le echaremos un vistazo en la siguiente parte del artículo, el
cual puedes ver aquí.
La mayoría de las compañías de limusinas (y fabricantes de coches), piensan
que doblar la longitud de un coche original se puede realizar sin traspasar las
medidas de seguridad que algunas corporaciones de vehículos aconseja, aunque
algunas compañías alargan el coche más que otros. En una industria donde hay
que marcar diferencias y tendencias para destacar sobre los competidores, la
única opción, aparte de alargar más el coche, es hacer el interior de la
limusina los más opulento y avanzado tecnológicamente posible.
Prácticamente todas las limusinas tienen su propio bar o mueble bar que
contiene suficiente alcohol para continuar una fiesta de fin de año durante
toda la noche. Algunos de estos bares incluyen vasos de cristal de múltiples
formas, contornos luminosos hechos con luz de neón, o incluso grifos con agua
fría y caliente. Lo cierto es que hay limusinas que pueden competir con
pequeños locales de copas tanto en bebidas como en sistema musical.
Otro enfoque que se les ha dado a las limusinas es el sistema de
entretenimiento para que los viajeros no se aburran en ningún momento. Puedes
alquilar un limusina televisiones de plasma, reproductores DVD, sofisticados
sistemas de sonido con altavoces de una calidad de cine, o incluso consolas de
video juegos para jugar entre varias personas. Algunas compañías convierten
autobuses en limusinas para poder añadir una pista de baile y un sistema de
karaoke.
Otros excesos de esta industria que pueden ser integrados en una limusina,
son los techos de cristal o la inclusión de candelabros en el interior del
vehículo. Los materiales que forran los asientos y los laterales, suelen ser de
cuero y otros materiales caros. Las limusinas Bently contienen un sofisticado y
caro sistema de comunicaciones para poder estar en contacto con la oficina en
todo momento. Estos sistemas de comunicación se extienden a los pasajeros, los
cuales suelen tener un sistema de intercomunicación para hablar con el
conductor sin tener que bajar la ventanilla interna. La mayoría también tiene
teléfono para llamar a cualquier parte.
Te sorprenderías de saber el tipo de licencia especial es necesaria para
poder tener una limusina. La dificultad para conseguir una licencia de este
tipo depende del país. En algunos sitios solo hace falta rellenar un
formulario, mientras que en otro hacen falta pasar ciertas pruebas. Al poder
llevar muchos pasajeros, algunos lugares requieren licencias comerciales muy
estrictas.
Las limusinas deben seguir las mismas medidas de seguridad estándar que los
demás vehículos. En teoría, cualquier empresa de conversión de limusinas tiene
que poner los vehículos manipulados a través de una batería de pruebas,
incluyendo pruebas de choques, y así asegurar la seguridad de los pasajeros y
el conductor. Estos automóviles deben pasar inspecciones periódicas para
asegurarse de que están en buenas condiciones y han pasado todas las pruebas.
Antonio Horacio Stiusso
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