Las primeras competiciones con
automóviles se dieron en Francia en 1894 con pruebas entre dos ciudades o de
resistencia. El riesgo terrible que había al hacerlas al aire libre provocó un
cambio a circuitos más cerrados, aunque no sería hasta 1907 cuando se
construirían los primeros circuitos cerrados (Brooklands, Indianápolis, Monza).
Los primeros años del siglo XX, los
coches tuvieron un aspecto nacionalista con los colores de sus países de
origen, aunque otros como Mercedes prefirieron ahorrarse la para que sus coches
pesasen menos.
La década de los 20 se ensalzó con los
franceses gracias a Bugatti, Delage y Delahaye para, al final, ser conquistados
por los italianos con sus Alfa Romeo y Maserati. Ya en los 30, con Mercedes y
Auto Unión, los alemanes lo dominaron casi todo.
Era la época de pilotos Felice Nazzaro,
Alberto Ascari, Enzo Ferrari, Ferdinand Porsche, Nicola Romeo, Alfieri Maserati
y Mercedes Benz, que al final montarían sus propias fábricas y se convertirían
en magnates del pujante mercado automovilístico.
Génesis
de la competición
Durante la Segunda Guerra Mundial el
automovilismo tuvo un cierto auge en Brasil y Argentina. Tras el conflicto,
eran cuatro las carreras de Grand Prix en el Mundial. Es en 1947 cuando la
antigua asociación, AIACR, pasa a llamarse FIA o Federación Internacional de
Automovilismo y se crea la Fórmula 1. La primera carrera de este Campeonato
Mundial se llevó a cabo en el circuito de Silverstone y fue ganado por Giuseppe
Farina, que también se llevaría el primer título de campeón. En los años
sucesivos, la figura de Juan Manuel Fangio dominó por encima del resto de
pilotos.
Los años 60 y 70 fueron las de Mike
Hawthorn, Jack Braham, Jim Clark, Jackie Stewart, John Surtees, Denny Hulme y
Jochen Rindt, único campeón a título posterior en la historia de la Fórmula 1.
Una época en la que se ideó el motor central, el chasis de aluminio y la aerodinámica
y la publicidad en los coches. Sin embargo, la mayor innovación fue la caja de
cambios transversal de Ferrari que le permitió ganar tres títulos seguidos.
Años después llegaría la época del
turbo, del Tyrrell P34 de seis ruedas y del grave accidente de Nikki Lauda en
Nürburgring, en 1976, que le abrasó medio cuerpo. Junto al austriaco también
destacaron Emerson Fittipaldi, James Hunt, Mario Andretti y Jody Scheckter y
escuderías como Renault, Ferrari y Alfa Romeo.
Debido al bajo precio de los Motores
DFV, surgen escuderías como Penske, Arrows y otros que llegaron a vencer a los
equipos poderosos. En plenos años 80, los Nelson Piquet, Keke Rosberg, Alain
Prost, Ayrton Senna y Nigel Mansell que llevan a la F1 al interés mundial.
Dominada por Williams y McLaren, estos años finalizan con la prohibición en el
año 1989 de motores turbo.
Más seguridad
Más seguridad
En la década de los 90, la FIA fortificaron
los reglamentos con medidas de seguridad e inteligencia, limitaciones en la normativa de motores,
control de altura de los vehículos, tamaño de aleros, creación de cabinas más
grandes, abandono de combustible de carrera y la ‘regla del 107’ por la que
todos los pilotos con tiempos por debajo del 107 % del primer clasificado no
podrían competir.
Todo esto modificó la F1 y provocó
violaciones del reglamento constantemente por parte de los equipos,
especialmente en 1994, año en que Michael Schumacher ganó el primero de sus dos
campeonatos en Benetton. Ese año se asiste a la última muerte en la Fórmula 1
hasta el momento, la de Ayrton Senna, durante el Gran Premio de San Marino.
Tyrrell, Brabham y Lotus desaparecieron
como escuderías y se produjo un baile de compraventa de equipos como Ligier o
Stewart. Ferrari consiguió su primer campeonato de constructores en 1999,
después de muchos años sin saborearlo, gracias a la llegada de Jean Todt que
daría comienzo a una brillante carrera en el siguiente decenio.
El siglo XXI empezó con el dominio
absoluto de Ferrari y de Michael Schumacher. El alemán superó los cinco títulos
logrados por Fangio en los 50 y se convirtió en el mejor piloto de la historia.
Es también la época de la explosión de la Fórmula 1 en España, gracias a la
irrupción de Fernando Alonso, el primer español en proclamarse campeón del
mundo de la categoría en 2005 y en 2006.
Antonio Horacio Stiusso
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